Alitas de pollo al ajo

Unos snacks sabrosos para fiestas informales y para cócteles. ¡Sirve con muchas servilletas!


Para unas 30 alitas, necesitas:

2 cabezas de ajo

El zumo de 2 limones

1 cucharadita de tomillo seco

100ml aceite de oliva


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Pon las cabezas de ajo a hervir en agua durante unos 10 minutos. Sácalas del agua y déjalas enfriar.

 

Quita la piel del ajo, y mete la “carne” en el robot, junto con el zumo de limón y el tomillo seco. Mezcla todo hasta conseguir una pasta suave y suelta. Con el robot en marcha, añade el aceite de oliva poco a poco hasta que esté incorporado. Ahora debes tener una marinada homogénea, de color amarillo clarito, y que huele divino.

 

Lave las alitas y córtalas en las articulaciones, tirando el hueso pequeño (o guardándolo para hacer caldo). Pon las alitas en un fuente o en una bolsa de plástico, añade la marinada y mezcla bien. Tape la fuente o cierra la bolsa, y guárdala en el frigorífico durante unas 36 horas.

 

Saca el pollo de la nevera por lo menos una hora antes de meterlo en el horno. Mientras, calienta el horno a 210ºC, una temperatura alta para que las alitas se quedan dorados por fuera y jugosas por dentro. Forra una bandeja de horno con papel de aluminio para que luego sea fácil de limpiar, y vierte encima las alitas de pollo, separándolas para que no estén unos encima de otros. Esparce encima un poco de sal, y hornea durante unos 30 minutos, o hasta que estén doraditas.

¡Sirve con muchas servilletas!


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