Necesitas:
Una nube blanca (o más, si te entra un ataque de hambre)
Un palillo largo
Maquillajes negro y rojo
Sangre artificial
Inserta la nube en el palillo largo, y quémala en la llama de la cocina (¡con cuidado!), girando de vez en cuando. Cuando el exterior ya empieza a quemarse y volverse negro (no tarda mucho, entre 1-2 minutos), retira la nube de la llama (¡no te olvides de apagarla!).
Déjala enfriar, e intenta resistir la tentación de comerla (esta parte no es fácil). Quita el exterior quemado – sale fácilmente, dejando a la vista el interior cremoso (¡esto último sí lo puedes comer!). Aplícalo un trozo del exterior, o todo si quieres, a la piel, se pega bien por su alto contenido de azúcar. Ten MUCHO cuidado aquí, por favor, es importante que esté a temperatura ambiente - ¡el azúcar caliente quema que no veas!
Pinta alrededor con un poco maquillaje rojo y negro para rematar el efecto, y echa encima un poco de sangre artificial.