Este bizcocho es jugoso, sabroso, ligero y fácil de hacer, y les gusta a niños y a adultos por igual. No necesita cobertura, y es recomendable hacerlo en un molde para pan que la da un aspecto “rústico” y favorece una cocción uniforme. Quizás no encaje del todo en fiestas de cumpleaños, pero sí es ideal para una fiesta de amigos, una fiesta de té, un fin de semana, un picnic, o simplemente porque te apetece...

Calienta el horno a 170ºC. Prepara un molde de pan, untándolo con mantequilla y forrando la base con un rectángulo de papel de cera o de aluminio (esto hace que sea mucho más fácil desmoldar el bizcocho luego).

Bate juntos la mantequilla, el azúcar y la piel rallada de limón, hasta conseguir una masa espumosa.

Añade los huevos, de uno en uno, batiendo bien entre cada uno. Con el último huevo, añade a la vez un poco de harina (aprox. 2 cucharadas – esto hace que sea más fácil incorporar luego el resto de la harina, sin tener que mezclar demasiado).

Añade las pasas, las almendras molidas y el resto de la harina, mezclando justo hasta conseguir una masa homogénea. Añade un poco de leche de forma que la masa adquiera un punto intermedio, ni muy consistente ni muy líquida, de manera que la masa caiga de la cuchara, pero que no gotee.

 

Vierte la masa dentro del molde preparado, y hornea durante aproximadamente 1 hora, o hasta que un cuchillo clavado en el centro salga limpio. Deja el bizcocho enfriarse unos 10 minutos dentro del molde antes de sacarlo, luego déjalo reposar encima de una rejilla hasta que lo quieras servir.

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por Noelle Acheson