¡Ligeras y adictivas! Puedes variar el tipo de chocolate utilizado, o incluso utilizar dos a la vez, para un efecto bicolor.
Necesitas para unas 24 fresas (todas firmes y rojas, por supuesto):
250g de chocolate
15g de mantequilla
Lava las fresas y déjalas secar. Es importante que estén muy secas para que se adhiera bien la cobertura.
Calienta el chocolate en una cacerola gruesa, removiendo hasta que esté derretido. Sujetando las fresas secas por sus hojas o con un palillo, mójalas para que el chocolate cubra dos tercios de la fresa.
Coloca las fresas en una bandeja forrada con papel de cera, y guarda la bandeja (sin cubrir) en la nevera durante por lo menos una hora.
(Nota: aunque están deliciosas tal cual, si quieres un poco más de textura, puedes esparcir encima un poco de coco rallado o avellanas molidas antes de que el chocolate se cuaje.)
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